Una buena lata de pimientos del piquillo, sal, aceite de oliva, unos dientes de ajo y perejil
Se dejan a fuego lento, dándoles la vuelta y salándolos por ese lado.
Cuando los ajos están dorándose se añaden los pimientos y se salan con generosidad.
Servirlos en una fuente y a la mesa. Acompañarlo de un buen pan y un magnífico vino de Rioja.
Así durante unos 30-40 minutos, suavemente. Al final les añadimos perejil.
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