MI PRIMERA VISITA AL DENTISTA.

Hola. Tengo 5 años y me llamo Amaya. Ahora mismo estoy en la sala de espera de una clínica. Es la primera vez que vengo a un sitio como este, pero no estoy nerviosa; bueno quizá antes de llegar sí que lo estaba pero con los juguetes que tienen aquí es imposible que me acuerde de cualquier cosa que empiece por nervi...
- Amaya, cielo, te toca a ti.- es mi padre que estaba haciendo compañía a mi hermana mientras ella estaba en la consulta. Mientras me levanto siento un peso en la tripa que me empuja hacia abajo; no quiero entrar dentro. Me duele mucho la tripa y aunque la froto con energía, no se pasa. Esta vez sí que son los nervios. Gracias a dios, entra mi hermana y como parece muy contenta me animo bastante.
-Hola Amaya, ¿qué tal?
-Hola Caty (así se llama mi dentista) Estoy muy bien.-Después de saludarnos y hablar un rato, me he sentado en el sillón y ha ocurrido una cosa muy curiosa, ¡se ha subido y el respaldo se ha echado hacia abajo sin empujarlo ni nada! Al principio me ha asustado pero al ver que a mis padres y a Caty no les ha parecido raro, me he acurrucado cómodamente en él.
Casi me desmayo de la impresión, en cambio, cuando la dentista ha cogido un aparato que tenía una especie de mango como el del cepillo de dientes pero más ancho y lo peor de todo, en la punta una ruedecilla que aparte de girar rapidísimo, metía un ruido que si no me arranca los dientes de cuajo prometo comer todo lo que me digan mis padres.
Bueno, al final no ha sido tan malo, ¡hasta me ha gustado! Debo de tener los dientes muy fuertes porque lo único que he sentido han sido unas cosquillas...Peor han sido las “imrresiones” o algo así. Parecen inofensivas las cositas estas, pero cuesta mucho aguantar con la boca abierta y esos moldes con esa pasta...

-A ver Amaya, mientras tienes la escayola en la boca, ¿por qué no cantas una canción?
-¿Gé gate ua gació?- Ay, ay, ay... ¡si encima tendré que hablar! “Bdagh” arcada va!!!!
-Sí. ¿Porqué no cantas una del “Rey León”?
-Aguna masasa... Bdagh (otra arcada) Guigue y sé heliz... BDAGH... (esa arcada ganaría el premio nobel).
-Muy bien, muy bien... ¡Si lo estás haciendo fenomenal! Ahora cuenta hasta diez y ya está.


* * *

Ya está. Estoy en el coche yendo para casa. Hemos esperado bastante pero al final ha hecho mi aparato. Llevo la boca bien cerrada(tal y como me ha dicho la dentista) no vaya a ser que se escape o que ocurra algo raro. ¿Qué estará haciendo ahora? Les estará dando órdenes a los dientes para que se muevan o quizás les está hablando o algo misterioso; yo de eso no entiendo, solo sé que dentro de poco tendré los dientes más bonitos del mundo.
Iratxe Martínez Ormaetxe.12.06.04. Donostia-San Sebastián