LA RECETA

"...el sistema masticatorio sigue cumpliendo su función, a pesar de su subdesarrollo, pues no tiene que emplearse a fondo, dado que la alimentación que debe preparar ya se sirve medio preparada, o sea alimentación civilizada (ni seca, ni dura, ni fuerte como lo sería una alimentación salvaje, por llamarlo de alguna forma y sin usar cuchillo ni tenedor)."

Pedro Planas.Pág 4. Rehabilitación Neuro-Oclusal(RNO). Edit. Masson-Salvat.

No podemos hablar de función masticatoria sin hablar de ese oscuro objeto del deseo de esa función: La comida.

Aquí va una receta de las de siempre, de las de antes. De las "fuerte, dura y seca".

Pan duro, de una o dos semanas de tiempo. Consiste en ir guardando el pan que nos va sobrando y mantenerlo en algún espacio que le aporte sequedad.

Llegados a este punto es posible que tengamos claro que así, nuestra familia no va a entendernos y que, para no crear conflictos que no interesan a nadie será mejor modificar un poco la receta.

Decidimos trocear el pan (suficientemente duro) en fragmentos pequeños, muy pequeños, y así hasta llenar una fuente de diferente tamaño según los comensales. Este proceso se puede realizar días antes siempre y cuando se guarde en lugar seco y protegido.

La víspera se prepara una taza con agua, se le añade un puñado de sal, se pican 4 dientes de ajo, y se añade también a la taza de agua una cucharadita de pimentón dulce y otra cucharadita (menor cantidad que la anterior) de pimentón picante. Todo esto se revuelve bien y se echa sobre las migas que se encontraban en una fuente ya reservadas. Se deben de remover unas cuatro veces durante el tiempo que pase hasta que se cocinen (al día siguiente).

Inmediatamente antes de cocinar se prepara un pimiento verde que se pica bien, una cebolla también picada fina, chorizo troceado y un diente de ajo (que se colocará sobre el aceite al calentarlo). Se tiene preparado también unas tres cucharadas de tomate.
Se prepara el sofrito: aceite de oliva 0.4º, el diente de ajo, la cebolla y el pimiento hasta que se haga, entonces se añade el chorizo y enseguida el tomate.
Se rehoga bien y se añaden las migas. Se remueven hasta que vayan cogiendo color. En el caso de que queden húmedas se puede añadir en ese momento pan rallado para secarlas un poco. Las migas deben quedar bien sueltas.
Hay quien añade uvas o cosas diferentes. Yo prefiero acompañar con un buen vino tinto. Normálmente con un buen Rioja de la zona de Haro, de los que sólo se puede decir que son los mejores vinos que se pueden beber hoy en día. No obstante y por cuestión de amistad he preferido acompañarlas con la buena compañía de otro vino también muy bueno: RAIMAT.
Que a Uds. les aprovechen.